jueves, 25 de marzo de 2010

Algunas posibles significaciones psicológicas de "Las Prisiones Imaginarias" de Piranesi.



Giovan Battista Piranesi: Las Prisiones Imaginarias. (1745). Grabado.



Durante el transcurrir del año 1742 Giovani Batista Piranesi (1720-1778), arquitecto y grabador veneciano, contrae en la ciudad de Roma la malaria. Las altas fiebres que padecía le ocasionaron una experiencia de visiones y alucinaciones que constituyeron el punto de partida para la elaboración de la serie de las catorce planchas de grabados que denominó Invenzione capric di carceri, Las prisiones imaginarias, que edita en el año 1745 y a las que añadirá en 1761 cuatro planchas más en una segunda edición, añadiendo algunas modificaciones a las originales.


La intensidad de lo padecido fue un punto determinante en su vida ya que no solo produjo una obra que ha perdurado a través de los siglos sino también la inquisición acerca de sus posibles significados. Asimismo, y en relación con lo anterior, a partir de ese episodio morboso, sufrió durante gran parte de su vida de agorafobia y de claustrofobia.


El artista mismo reconocía que la vivencia del delirio había intensificado su capacidad perceptiva al igual que un impulso vertiginoso, circunstancias que coincidieron con la publicación de otro ciclo de grabados en los cuales lo fantástico adquiere todo su relieve y que tituló Grutescas, editadas en 1774.


Pero para acercarse a Las Prisiones, hay que señalar que Piranesi utiliza deliberadamente el término imaginarias, circunstancia que hace a su similitud con la textura de los sueños. Así la desnivelación del espacio que sugiere un estado de levitación, la negación del tiempo, el terror cercano al éxtasis, dibujan cárceles que son mundos infinitos. Es interesante notar que éstas no se corresponden con las prisiones que había en esos años en Roma. Por esto es que Piranesi elabora, da una forma artística a toda una sucesión de experiencias que tuvieron un carácter traumático y conmocionante durante su enfermedad, circunstancia que se convierte en una manera de asimilarlas. Por ello es que no solo es posible entender estos grabados solo de esas visiones que le pudieron haber ocasionado, sino que hacen a la posibilidad curativa del psiquismo a través del arte y en tanto simboliza lo angustiante.


Pero además, Las Prisiones expresan a través de sus imágenes una estructura arquetípica que posee semejanzas con el transcurrir por un laberinto y en especial con las experiencias de muerte y renacimiento carcterísticas de las iniciaciones.


Así es necesario recordar que el artista siempre estuvo interesado en la arqueología, además de ser coleccionista de antiguedades, hechos que harían pensar que llegó a conocer los trazados laberínticos y la importancia que tuvieron en las antiguas culturas de Grecia, Etruria, Roma. Tampoco se puede dejar de mencionar que durante el renacimiento recuperan su vigencia y así constituían trazados, caminos, vías, jardines, cuyo carácter iniciático de muerte y renacimiento se representaban en un transitar y por el hacer frente a los obstáculos y pruebas que se le iban presentando al iniciando.











Ahora bien, la serie de Las Prisiones otorgan especial realce a un conjunto de escaleras, pasadizos, puentes, que tienen la peculiaridad de infinitud. Laberinto sin fin y cuyos senderos conducen a otros sin poder llegar a ninguna meta y que pareciera no existir.

Formas que llevan al espectador a andar por lugares que se asemejan a los intestinos del cuerpo y por caminos que no tienen puntos de referencia. Los personajes humanos a los que se les está dando tormento son secundarios y donde la incomunicación entre ellos resaltas su falta de movimiento, circunstancias estas que indican que la idea principal es el espacio inconmensurable.

Si el artista llegó a conocer los trazados laberínticos, pensamos que ocuparon la actividad psíquica que le posibilitó darles un marco a esas experiencias que vivió durante su enfermedad. Lo importante es que representan un descenso a los infiernos, pero que es una experiencia psicológica, arquetípica e inconciente, donde la desestructuración del yo, con la pérdida de sus identificaciones además de la posibilidad cierta del morir durante la malaria, conlleva una inmersión en lo inconciente y la regresión libidial a estados arcaicos. Mundo muy extraño e inquietante.

Este transcurso adquiere todo su relieve en tanto es la expresión de estructuras arquetípicas del psiquismo. Así en uno de los grabados se observa un espacio que da al exterior, el único de la serie y que podría entenderse como la entrada a un laberinto en donde hay trofeos de guerra y estatuas arrumbadas. Hechos estos que pueden interpretarse como un despojamiento de las diferentes máscaras con las cuales el yo se identifica, sus ideales, ambiciones, valores, logros, y que son abandonados al ingresar a esa oscura zona. Momento de desasimiento y que en el misticismo algunos llamaron como de una noche oscura.

El paisaje es inerte, de piedra, detalle que es propio del reino de los muertos. También en lo que hace a los personajes a los cuales se les da tormento, se muestran como algunas de las pruebas ineludibles que hacen a los procesos iniciáticos. Así son frecuente en esos ritos, las torturas, las flagelaciones, las mutilaciones corporales, los tatuajes sangrientos y que todos remiten a una vivencia de destrucción, de muerte de la vieja identidad y de un momento necesario para el pasaje a una nueva condición existencial. Estos eran constitutivas de muchas sociedades y se efectuaban en situaciones de transformación como el paso de la infancia a la adultez, casamiento, muerte, la cualificación como guerrero o chamán, la menstruación en las mujeres.


Pero lo que se debe señalar es que en el psiquismo humano y ante la emergencia de situaciones de compromiso vital, también surgen experiencias semejantes, se conociesen o no, y que posibilitan simbolizar el dificultoso trance, siendo la ocasión no solo de un desarrollo curativo sino de una transformación, una metanoia.


Piranesi vivió un episodio de delirio, pero que además concitó su atención y que durante varios años produjo el acto de elaborarlas a través del grabado. Es decir, esa experiencia de desestructuración yoica, de un estar sometido pasivamente a visiones y alucinaciones, hacen a un retorno a donde emerge la conciencia, a lo inconciente materno, siendo su objetivo el recuperar y asimilar y entender esos contenidos arquetípicos, además del encontrar un mundo distinto del cotidiano y en el que pueden traducirse en una renovación por dinamísmos primordiales. Así se produce una interrelación entre la conciencia y lo inconciente, posibilitando una salida en tanto se vivencie y comprenda esas situaciones de crisis. Se muere a lo antiguo y gastado pero se abren otros caminos. No olvidemos que la serie de los grabados dejó una huella en la historia del arte operando un momento diferente en la vida del artista y otorgando sus frutos a un nivel socio-cultural.


Por lo tanto, es de pensar que la obra de Piranesi señala a la maestría de este gran artista, pero a su vez, a la existencia de fuerzas dinámicas, imágenes y símbolos arquetípicos que son patrimonio del psiquismo de los hombres de todos los tiempos y que han incitado y seguirán haciendo pensar y en que la desesperación, la angustia ante la muerte y el daño, el peligro, puedan ser simbolizadas y comprendidas dando la ocasión de convertirse en el inicio de cambios vitales.

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