lunes, 9 de agosto de 2010

La última pintura de Antonio Berni como premonitoria de su muerte.

Antonio Berni: sin título. Óleo y acrílico sobre tela. 160 cms. x 200 cms.


Nada retiene su propia forma; pero la Naturaleza, la quiere renovadora, siempre hace formas a partir de formas. Puedes estar seguro que nada perece en todo el Universo; lo hace puro Vacío y renueva la forma.
Ovidio.


Las obras de arte poseen un lenguaje de imágenes que establecen la ocasión para el surgimiento de toda una serie de contenidos que se hallan enraizados en lo inconciente y que, por lo tanto, son diferentes de los procesos propios del pensamiento lógico discursivo y en donde comienzan a intervenir otras expresiones de la realidad, ocultadas por la conciencia vigil e instrumental.
Por ello es que pensamos que estas son las características que posee esta extraña obra que Antonio
Berni (1905 -1981) pinta en 1981 y que deja inconclusa en el caballete de su taller del barrio de Almagro a consecuencia de su muerte en el mes de octubre. Es un cuadro peculiar, tanto que los críticos de la obra del maestro rosarino no la encuadran dentro de estilo o período específico.
Esto nos lleva a considerar que tiene un simbolismo que señala a su futura muerte. Mientras
Berni estaba trabajando en ella, llama por teléfono muy angustiado a su modelo, Graciela Amor, una abogada de por entonces treinta y un años, y le dice: "Estaba pintando tu cuadro y he sabido que no lo voy a terminar, que me voy a morir primero". Su interlocutora intenta calmarlo pero fue en vano.
Unos días más tarde mientras comía en un
restaurante, y según la primera y oficial versión, se atraganta con un hueso de pollo falleciendo. Posteriormente se supo que lo que había comido era lomo y que ante la dificultad para poder tragar la carne, se le inserta una sonda que le ocasiona una hemorragia a consecuencia de una perforación. Es decir que muere por mala praxis médica.
Pero entonces, ¿cómo se relaciona el contenido de la pintura, su gran angustia, con todo estos sucesos? Para intentar dar una respuesta
comenzaremos a aproximarnos a la obra en cuestión.
Allí esta presenta a una mujer desnuda que está acostada en una playa y donde un avión vuela hacia una luna muy brillante, en un atardecer. La pintura resalta la dinámica entre símbolos que son femeninos, como la luna, el mar, la playa, el crepúsculo, la mujer y el avión resalta una manifiesta forma fálica, y por lo tanto masculina. Los primeros están en un estado de pasividad, quietos, mientras que el segundo se eleva y encamina hacia una muy brillante luna que se encuentra ubicada hacia la izquierda y en el oeste.
Para distintas mitologías la luna era la morada que albergaba a los muertos, donde sus almas eran acogidas. También el oeste poseía estas propiedades, ya que se lo sentía como el lugar donde
muere el sol. La izquierda es expresión de lo siniestro, de lo inconciente, de lo femenino que devora, según los aportes del psicoanálisis y también de los mitos. El alma del pintor como avión, y que en otros tiempos se hubiera representado como un ave, vuela hacia el sitio mortuorio.
Pero estos son solo una de las facetas de un muy extenso
simbolismo, y que como tal presenta contenidos que son paradójicos. Así la luna es una imagen de lo femenino que genera, de la posibilidad de resurrección, de lo que gesta, de lo que hace crecer. Es de recordar que su desaparición por tres días remite a la muerte del dios para luego retornar transformado, relato principal de la mitología sumeria referente a la diosa Inana o de la babilonia Ishtar, pero también del cristianismo. Por ello es que el avión-falo-ave-masculina y que al dirigirse hacia ella expresa por medio del simbolismo, una noción arquetípica y por lo tanto arcaica y de fundamento, que es la conjunción entre lo femenino y lo masculino. Diversas religiones, filosofías, mitologías, han dado elaboración a esta idea otorgándoles diferentes nombres tales como Hierogamia, matrimonio místico, bodas sagradas, yin y yang, materia y espíritu, coniunctio, pero que también se halla inscripta en las profundidades del psiquismo humano y que emerge en determinadas circunstancias. La penetración de lo masculino en lo femenino permite la reunificación de lo separado, estableciéndose como una vivencia numinosa. Esto es lo que le da ese halo al cuadro y que es peculiar cuando el yo pasa a formar parte de algo mayor y que en la psicología analítica se denomina sí-mismo. La luna es manifestación de un arquetipo muy importante en el varón, el anima, pero también son expresiones suyas y análogas, la mujer desnuda acostada en la playa y que pareciera haber sido fecundada para gestar una nueva vida. Asimismo la tranquilidad del mar señala a la matriz desde donde todo surge y tal como lo hace el inconciente colectivo.
Es decir, que aquí está expresándose un muy rico simbolismo que remite tanto a la vida como a la muerte y donde no es posible dejar de mencionar que en tradiciones como la
cábala el morir se lo entiende como una boda, donde se completa la vida, donde el inicio y el final se reencuentran en una unidad matrimonial.
La noción de
conjunción de los opuestos señala a la unificación de lo que estaba disociado y de una totalidad que es el sí-mismo. En estos momentos, y que antes calificamos como numinosos, es cuando pueden darse fenómenos como como los que, según nuestra consideración, vivió Berni y que se los puede llamar como sincrónicos.
El artista pinta una obra que posee imágenes propias del morir, pero lo llamativo es que al tiempo
efectivamente fallece y además por la acción de una mala praxis médica. Es decir, se manifiesta como premonitorio en donde se hace necesario descartar alguna idea inconciente de suicidio, ya que su muerte fue el producto de un error del médico que lo atendió. Pero entonces, ¿cómo pudo predecirla? ¿por qué se desplegó en ese momento a través de una imagen plástica y por qué no antes?
Tal vez pueda haber algún atisbo de explicación si se entiende que los fenómenos de la
sincronicidad se dan en momentos cruciales para las personas que los experimentan. Ahí las nociones de tiempo y espacio se relativizan y emergen imágenes y símbolos característicos a la situación, posibilitando enfrentarlos y poder asimilar psicológicamente la experiencia del morir. Se establece una interconexión entre la vivencia que expresa el cuadro y un suceso físico que se corresponde a su futura muerte y en donde ambos se unen por su significado. Hay un fantasma (visión) y un estado emocional que se vinculan acausalmente con un suceso que ocurrirá en un tiempo futuro.
Aquello que puede
categorizarse como de premonitorio es como si ocurriera en el presente y en donde lo exterior y lo interior dejan de estar separados. Pareciera que un significado interrelacionara la psíque y la materia, relativizando el espacio y el tiempo, ocurriendo en situaciones de crisis en la persona que las experiencia. Por esto el gran estado de angustia de Berni, cuando llama por teléfono a su modelo diciéndole que no va a poder terminar el cuadro porque sabe que se va a morir.
Pero lo interesante es, y como contraste con los momentos
angustiantes que se presentaron, lo que se expresa plásticamente en su pintura es una situación de intensa calma contemplativa. Así es que se puede comprender que sea esta una de las funciones principales de los símbolos ya que gracias a ellos los hombres pueden elaborar, asimilar e integrar las grandes conmociones de la existencia. Es de recordar que Ernst Cassirer postulaba una antropología que definía al hombre como animal simbólico.
Así la
premonición de su próximo morir, lleva a Berni y por medio de su obra, a aceptar su destino, su más singular camino, donde las vivencias de muerte están expresadas plásticamente, pero también las de un nuevo comienzo y hasta de gestación. Estas poderosas imágenes hacen al acerbo cultural y psíquico de la humanidad y donde a través de sus producciones filosóficas, religiosas, mitológicas, etc., se convierten en la ocasión para encarar los grandes enigmas y misterios de la existencia.

2 comentarios:

  1. Veo una referencia oculta a la aparición de cadáveres en las orillas del mar, arrojados por aviones militares. Ella claramente es la libertad.

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