Thomas Feurstein: Pancreas.
Entre los años 2009 y 2012 el artista austriaco Thomas Feurstein realiza una escultura-instalación biotecnológica a la que da el nombre de Páncreas (160 cm. x 170 cm. x 170 cm.). Allí a través de una serie de aparatos que a modo de órganos del cuerpo humano, ejecutan acciones sobre papeles impresos con textos de la "Fenomenología del Espíritu" de Hegel, siendo triturados, empapados en agua y fermentados en un intestino artificial, convirtiéndose en glucosa por acción de bacterias. Luego de filtrar y purificar, junto a una bomba hidráulica, se alimentará como sustento vital a células cerebrales artificiales que crecen dentro de un tanque de cristal embebido en líquido.
El autor nacido en 1968 en Viena, realiza estudios en arte, historia y filosofía en la universidad de Innsbruck. LLeva a cabo dibujos, pinturas, esculturas, fotografía, videos, radio, instalaciones, siendo su temática los procesos y transmutaciones de los materiales con los que trabaja, por lo que es posible encontrar también alguna alusión a la alquimia. Reflexiona sobre las relaciones entre naturaleza y cultura, el pasado y el futuro a través de lo que llama "narración conceptual" y en donde a través de procesos fisico-químicos se crean nuevos significados. Entonces para intentar una aproximación interpretativa a la misma se hace necesario dilucidar algunos de los elementos significantes de su narrativa artística.
La obra de arte expone un mundo, lo revela y lo desoculta, hacien do visible las tendencias profundas que se mueven en las sociedades en cierto momento histórico. La actual podría caracterizarse como la época de la técnica, donde el cálculo, lo útil, lo productivo, a través de los saberes validados por la ciencia, buscan el control y manipulación de los entes para que sean cultivables y aprovechables al máximo, superando permanentemente sus deficiencias. Así es que, en Páncreas, se presenta un diseño tecnológico de gran complejidad que estaría cumpliendo funciones semejantes al cuerpo humano y que llevaría a reflexionar sobre ciertas tendencias del pensamiento contemporáneo que entienden que aquel se ha vuelto obsoleto, deficitario, limitado, y que debería ser trascendido por la tecnociencia, y así alcanzar la plenitud de sus posibilidades. (Sibilia, 2005). Y aquí es donde aparece el pensamiento de Hegel, y su ubicación en la obra, ya que ahora en ese cuerpo recreado podría constituirse como el lugar del venir a sí mismo del absoluto como culminación del devenir. (Albizu, 2004:55). Posibilidad de superar la finitud y obtener la liberación, arribando al fin de la historia y que no sería posible en las condiciones humanas actuales, por lo que consideran que se debe avanzar hacia un nuevo momento histórico-antropológico que llaman post-evolución. Tanto la ciencia como el pensar del filósofo alemán comparten la necesidad de la misma racionalidad dominadora y que por ello el artista los presentaría juntos en Páncreas. (Ib.:36). Pero para llegar a un acercamiento a la instalación, habrá que desarrollar estas aseveraciones detalladamente.
En la obra se propone un proceso que se inicia con páginas impresas del libro de Hegel, en el que a través de una serie de transformaciones, terminará en un recipiente de vidrio nutriendo a células cerebrales. De manera semejante a esa narración artística, sucede en la "Fenomenología del Espíritu" (1807), ya que ella se expone como un camino desde la conciencia natural, que aún no ha realizado en sí la verdad, para llegar paso a paso al saber de lo absoluto. Para Hegel lo real es la Idea, que va desplegándose y manifestándose fenomenológicamente en lo finito a través de un discurrir dialéctico de tesis, antítesis y síntesis. Se irá encarnando al salir de sí en el estado, el derecho, la moral, la antropología, la psicología. para lograr su síntesis en el arte, la religión y la filosofía.
La fenomenología será el transcurrir desde un saber sensorial para llegar a una profundización del conocimiento de lo absoluto como un sujeto y como sustancia. (Garaudy, 1973 :352). El espíritu desde lo inmediato se eleva a lo Universal y a la libertad, en la conciencia de la unidad de lo finito y lo infinito, del sujeto y del objeto en una experiencia mística. (Ib.).
Pero ahí se da la realización total, donde la Idea y lo humano se hacen uno en su reconciliación. (Ib.:373), el hombre deviene Dios alcanzando la verdad absoluta y definitiva. Es la unión de la Verdad y del sí mismo que se sabe. (Hegel, :472).
Ahora bien, ¿qué relación tienen estas ideas con la instalación? En primer lugar podría pensarse que el artista busca representar ese camino del devenir dinámico que propone la "Fenomenología" a través de una forma plástica, como un proceso de asimilación cognitiva del texto pero narrado artísticamente. Este se convierte en glucosa y así por medio de la insulina que segrega el páncreas, se integra como energía-conocimiento en el cerebro. Aunque tampoco podría dejarse de lado que hubiera querido expresar la concepción estética de Hegel, que entendía al arte como una representación sensible de la Idea que se encarna en una materia. (Llanos, 1988:12). Pero creemos que hay una tercera opción, teniendo en cuenta que a través de sus otras obras, Feurstein busca reflexionar sobre el papel y las consecuencias de la tecnología en el presente.
En "Páncreas" aparecen una serie de aparatos que realizan funciones similares a los órganos del cuerpo, que los sustituyen y que podría estar aludiendo a la necesidad de mejorar y transformar a lo humano que, según algunas concepciones, se ha vuelto obsoleto. (Sibilia, 2005:11), y que solo a través de la fusión de las tecnociencias y el hombre se ingresaría en una nueva etapa de la evolución, superior, llamada post-humana. (Ib.:12).
Lo orgánico se constituiría en un límite, por sus deficiencias, para el desarrollo de las infinitas potencialidades de la humanidad, ya que es mortal y contingente, se lastima, se deteriora, envejece. Entonces por medio de un objeto biotecnológico como "Páncreas", en donde lo vivo-humano y la técnica se fusionan, se crearían las condiciones materiales para arribar a ese saber absoluto del que habla Hegel y que también se correspondería con aquello superior que pretende la post-evolución. Ella dejaría atrás a lo humano orgánico como un estadio ya superado y limitado, en donde el espíritu se realizaría plenamente, como propone la "Fenomenología" de Hegel. (Garaudy, 1973:391). Así se arribaría por la tecnología a una meta como fin de la historia, en una unión de la Verdad y del sí mismo que se sabe. (Hegel, 1966:472).
Páncreas pone como motivo de reflexión la desconfianza del cuerpo en este momento histórico pero ya no como en la antiguedad occidental, siendo el lugar de lo impuro y del pecado, sino ahora, como de lo perecedero y de lo imperfecto, de la finitud, de la contigencia y de la limitación existencial. (Ib.: 102). La tecnociencia permitiría sortear esos "obstáculos", para crear un cuerpo aséptico, inmortal y artificial. Emergería un nuevo imperativo, la de de una fusión entre el ser humano y la tecnociencia. (Ib.:11) para concluir en un obsoluto.
Pero entonces la corporalidad se haría previsible, calculable y dominable según la racionalidad de la tecnología. Se crearía un cuerpo abstracto cuyo fin sería mejorar la adaptación y la normativización de la especie. Desaparición de la singularidad en donde se pretende expulsar lo real objetivando la subjetividad.
Ese diseño se expone a la mirada de la ciencia para que todo sea visto y calculable, aunque ello suponga la ilusión de denegar lo oscuro, la sombra, la muerte y lo inconciente. Ya no sería una textura en el que se inscribiría un texto, ya no tendría las marcas de la palabra del Otro como semejante que lo libidiniza, sino que se busca un artefacto post-humano que es característico de la época de la técnica, cosificando lo vivo para su dominio y utilidad. (Heidegger, 1960)). Todo es calculable y cuantificable a fin de imponerse a la naturaleza a través del mandato del querer y de la voluntad. (Ib.). "Todo lo dado es insuficiente, deficitario y aleatorio, por lo que se requiere rehacerlo, recrearlo, según las pautas de la perfección de la razón". (Albizu, 2004:275). Ilusión de que el mal, es decir lo orgánico, desaparecerá para que la especie alcance una forma superior para mejorar su adaptación.
Y por ello es que se podría pensar en un acercamiento al sentido de la escultura, donde se lleva a cabo la transformación de las páginas de la "Fenomenología" en glucosa para ser asimiladas por células cerebrales. Ese nuevo artefacto artificial, post- evolución, superior al obsoleto humano actual, ahora tendría las condiciones para concluir el devenir de la Idea, de lo absoluto, como lo postula Hegel. Finalidad para pueda arribarse a un cuerpo creado por la tecnociencia, ya no limitado por lo que se desgasta, sufre y muere.
Término de la historia y de lo humano, donde ya no hay una apertura a lo de lo que deviene, a un escuchar el habla de lo originario, para entrever solo una inteligibilidad de lo real como medida y validación de toda verdad objetiva. Pura claridad y fijación lógica que pone fin al juego del ser y a su flujo y que, por esto mismo, no es constitutiva del pensar científico-técnico. Fantasía ilusoria de un Yo-Todo o Yo-Dios, que ya ha cumplido y realizado la historia. Tal vez sea a esto a lo que alude la escultura, en donde el hombre sería el lugar del venir a sí mismo de lo absoluto, sobrepasando la finitud, es decir negando la muerte. (Albizu, 2004:119).
Finalmente, también es interesante considerar cómo la instalación propone un recorrido que va desde las páginas de papel de la obra de Hegel que van a ser trituradas, a su conversión en glucosa, para terminar en un recipiente de vidrio para nutrir a células cerebrales artificiales que se hallan sumergidas en un líquido, y que parecerían similares a un embrión dentro de un útero materno. Ello podría interpretarse como la fantasía de un retorno a una matriz y a un deseo de autodisolución en lo indiferenciado, en lo pasivo de la carencia de historia y de lo estático, en un Pleroma que recordaría a antiguas concepciones neognósticas. (Sibilia, 2005). Recuperación de lo perdido por el nacimiento y el lenguaje, nostalgia por una totalidad narcisista sin sufrimientos y de un acaecer de la existencia que evita la dolorosa conciencia de un ser para la muerte (Heidegger,2009).
La obra, también, destaca tres faltas que hacen a la constitución de lo humano: 1) Una serie de hojas de papel con textos de la "Fenomenología" son trituradas, lo que hace que desaparezca la palabra, escrita en este caso, que es la casa del ser y que lo convoca (Heidegger, 1960). Ella deja su particularidad para convertirse en una sustancia química que nutre, como la glucosa. El lenguaje ya no existe, sino que se añora la vuelta al reposo de lo absoluto sin tiempo, como también pensaba Hegel. (Albizu, 2004:317). Y es así que lo singular, el nombre propio, las prohibiciones, es decir las leyes de alianza y parentesco que marcan a las sociedades humanas, sean puestas en cuestión, ya que ellas son del mismo orden que el lenguaje. El inconciente está estructurado con las leyes del discurso.(Porge, 2000:82) y donde ahora ya no se lo tomaría en cuenta. Podría pensarse, entonces, que "Páncreas" expone una fantasía de un retorno a lo indiscriminado incestuoso, donde la palabra pierde su función de distinción de lo confundido y de develamiento de la verdad. 2) Tampoco se hace referencia alguna a la diferenciación sexual, donde no hay masculino, femenino o andrógino. Y ello lleva a reflexionar en aquello de la época actual en que la filosofía y la ciencia junto al capitalismo establecen lo que Lacan llama el discurso del amo moderno, donde este "no está especificado sexualmente y los discursos no tiene carácter sexual". (Porge,2000:327), y que correspondería a la caracterización que hace Heidegger de la técnica como el momento máximo de la voluntad de poder. (Albizu, 2004:271). Ella se presenta como lo ingobernable, en un mandato de control y exigencia propia del calculo y de la apropiación masificante. 3) Asimismo la tecnología afirma una voluntad de inteligibilidad que suprime lo que hace a todo otro pensar como lo mito-poético, el de las imágenes, la sensibilidad. Y tanto la tecnología como el pensar de Hegel entienden el arte como un residuo del pasado a desaparecer, ya que serán trascendidas por formas de razón sin ese residuos de lo sensorial. (Bucher,1996:199).
Así, el artista, desde nuestro punto de vista, se propone mostrar cómo la técnica intenta superar la condición humana actual hacia un absoluto. La incorporación de la "Fenomenología del Espíritu" de Hegel en las células cerebrales como glucosa, a través de un dispositivo científico-técnico, cambia lo limitado de lo orgánico, que sería inadecuado para esa adaptación futura. Post-evolución, en la que desaparece lo humano mismo, hacia una fantasía de totalidad en un despliegue de la tecnociencia.
La obra de arte expone un mundo, en este caso el de la época de la técnica, lo hace visible y lo desoculta (Heidegger,1960 :64), señalando un imperativo de trascender todos los límites con su voluntad de dominio, en este caso el cuerpo orgánico y sus contingencias, a fin de llegar a lo Absoluto. Fabricación de seres con cualidades de máquina y no como sujetos de deseo, nociones estas que son sus fundamentos ideológicos.
Bibliografía:
Albizu, E., 2004: Hegel y Heidegger. Bs.As.: Jorge Baudino editor.
Bucher, J.1996: La experiencia de la palabra en Heidegger. Sta. Fe de Bogotá: Ariel.
Garaudy, R. 1973: Dios ha muerto. Bs.As.: Siglo XX.
Hegel, G.W.F. 1966:Fenomenología del Espíritu. Mex.-Bs.As.: FCE.
Heidegger, M. 1960: Sendas perdidas. Bs. As.: Losada.
Heidegger, M. 2009: El ser y el tiempo. Mex.-Bs.As.: FCE.
Hypolite, J. 1974: Génesis y estructura de la "Fenomenología del Espíritu" de Hegel.Barcelona: Ed. Pensamiento.
Llanos, A. 1988: Aproximación a la estética de Hegel. Bs.As.: Leviatán.
Picotti, D. 2010: Martín Heidegger. Bs. As.: Quadrata.
Porge, E., 2000: Jacques Lacan, un psicoanalista. Madrid: Ed. Síntesis.
Sibilia, P. 2005: El hombre post-orgánico. Bs.As.: FCE.
Wajcman, G., 2011: El ojo absoluto. Bs. As.: Manantial.
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